Hoy en día nadie cuestiona que la revolución industrial supuso un hito a nivel económico y social y un punto de inflexión en la historia que cambio para siempre la vida cotidiana del ser humano. Salvando las distancias, y con claros matices, la era digital podría estar afectando de igual modo a nuestra sociedad.
Además de trastocar las relaciones económicas mundiales y de hacer posible la interconexión mundial, la inclusión de la digitalización ha traído consigo un nuevo panorama laboral en el que las nuevas tecnologías, el comercio electrónico, el Big Data o las redes sociales son los principales protagonistas.
La consecuencia lógica e inmediata ha sido la de la proliferación de nuevos empleos y demanda de especialistas en prácticamente todos los sectores laborales. El ritmo de crecimiento es tal que, según un informe del Observatorio Adei, entre 2016 y 2030, se generarán 3,2 millones de empleos ligados a la digitalización.
Pero, ¿qué sectores son los que más deben adaptarse a la transformación digital? Un estudio elaborado por el Departamento de Carreras Profesionales de Fundesem Business School, apunta que las empresas del sector servicios y ocio de la provincia son las que requieren más empleo digital con puestos de trabajo que lleven a cabo una adaptación y transformación digital, imprescindible en los nuevos modelos de negocio. En el mismo estudio, se destacada el auge de la demanda de profesionales con formación digital y visión de negocio en el campo sanitario y farmacéutico que se ha experimentado en los últimos meses.
También en el caso de los perfiles STEM, o empleos relacionados con ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas, la demanda según los expertos se dispara.
Hay quién cuestiona a día de hoy que la digitalización del mercado laboral trae consigo la destrucción de puestos de trabajo. Si bien es cierto que la automatización de los procesos ha supuesto la sustitución de personal por máquinas, no hay que olvidar la aparición de nuevos puestos, empresas incluso modelos de negocio inexistentes hasta la llegada de la era digital.
Confundir la falta de preparación con la destrucción de empleo es también un error asociado a la digitalización tal y como señala Denisse Halm, directora general de Udemy para España e Hispanoamérica en un artículo publicado en el diario El Economista: “El problema surge cuando las empresas encuentran problemas a la hora de cubrir esas vacantes, eso es lo que da lugar a la percepción de que el empleo se destruye y no se regenera. Para acompañar a esta vertiginosa transformación del ecosistema laboral mundial, adaptar la educación se convierte en un requisito indispensable. Es conveniente que comencemos a mirar hacia un modelo educativo flexible, en el que la formación en nuevas competencias y habilidades digitales y la exigencia de un aprendizaje continuo a lo largo de la vida se extienda lo máximo posible”.