IMF Business School ha publicado un estudio que revela 11 cuestiones que señalan por qué los candidatos a empleos renuncian a puestos de trabajo.
“La falta de coherencia entre oferta y contrato, preguntas incómodas y falta de información son algunos de los ejemplos más habituales que suceden entre los candidatos”
En un momento en el que el número de parados supera las 3.202.509 personas en España, conseguir o tener trabajo es sinónimo de éxito o suerte. Sin embargo, cada vez es más habitual encontrar profesionales más exigentes, conforme la recuperación económica se ha hecho visible, haciendo que muchos de ellos rechacen ofertas de empleo debido a uno o varios factores que vamos a detallar a continuación.
- Políticas de Responsabilidad Social Corporativa bajas.
Sin conciencia social, el talento huye. Esto significa que más de la mitad de los trabajadores prefieren tener un salario más bajo, pero a cambio trabajar en empresas socialmente responsables. Por ello, es importante que las empresas apuesten por la RSC.
- Procesos de selección muy extensos.
Aunque cada vez más podemos ver cómo la tecnología se introduce en los procesos de reclutamiento de RRHH para agilizarlos, aún existen empresas que tardan, incluso meses, en decidir qué candidato es el idóneo. Dicha lentitud puede trasladarse a otras cuestiones que afecten al correcto funcionamiento diario.
- Entrevistas rápidas.
De la misma manera que es importante no alargar en exceso los procesos de selección, también es importante que los candidatos sientan interés por parte de los reclutadores por conocerlos durante el proceso de las entrevistas. De no ser así, estos pueden pensar: ¿Por qué se van a interesar posteriormente como trabajadores?
- Realizar preguntas incómodas y falta de flexibilidad
Preguntar sobre la maternidad/paternidad o la frecuencia con la que un profesional enferma, puede advertir al candidato sobre cómo será su futuro en la empresa.
Al igual que los puestos de trabajos para toda la vida, la falta de flexibilidad horaria se está quedando obsoleta.
- Hiperconectividad.
Que cada vez estamos más conectados gracias a las nuevas tecnologías es un factor que todos conocemos, pero esto no debe trasladarse al espacio laboral (menos aún, ahora que España regulará por ley el derecho a no responder mails o mensajes fuera de la jornada laboral, en tiempo de ocio o vacaciones de los trabajadores).
- Falta o escasez de información.
De la misma manera que un reclutador investiga sobre sus aspirantes antes de comenzar los procesos de selección, los candidatos también investigan a las empresas en redes sociales y webs corporativas. Por ello, la falta de información relevante como los valores que tiene la empresa o cómo cuidan a sus trabajadores, pueden hacer que ambos (empresas y candidatos) pierdan el interés.
Además, la falta de información también puede trasladarse a los contratos. Antes de firmarlo, hay que asegurarse de que corresponde con lo que ofertaban: salario, horarios, vacaciones, duración de contrato.
- Escasez de comunicación.
Con respecto a lo explicado anteriormente, el feedback entre las empresas y sus empleados y/o candidatos debe ser constante y fluida, especialmente durante el proceso de reclutamiento. Los responsables de RRHH deberán explicar de manera detallada cuáles serán las tareas a asumir, las posibilidades de ascenso, los planes de formación o incluso la seguridad a largo plazo de la empresa.
En SELECTA somos especialistas en cuidar tanto a nuestros candidatos, como a las empresas que contactan con nosotros, con el fin de poder ofrecerles la mayor claridad a ambas partes.